Excelente artista y maravillosa persona: Teté Marella

Tete Marella

Teté junto a un Ginia en proceso….un Ginia ‘marellizado’ con aires coloniales.

En las últimas semanas he tenido la grandísima bendición de compartir tardes de pintura con un grupo de exquisitas damas amantes del arte y la excelente artista dominicana, de origen argentino, Teté Marella.  Y digo que es  dominicana porque, si sacamos cuentas, lleva más años en RD que en su natal Argentina. Habiendo llegado en el 1973, tiene con nosotros más de la mitad de su vida.  Además, al hablar con ella, aunque ciertamente permanece su acento natal, palabras y expresiones propias de su Argentina, hay una impresionante cantidad de expresiones netamente dominicanas que hacen de una conversación con Teté una experiencia totalmente dominico-argentina!  «Pero qué diviiiina!, esa v…  está chulísima!»

Pero más aún, la misma Teté identifica en su obra una paleta de colores netamente caribeña y propia de ‘su’ República Dominicana. Así que, no me lo inventé, Teté es dominicana por adopción, de corazón y ‘de pura cepa’.  Tiene dos hijos que nacieron en nuestra media isla y es una inagotable fuente de anécdotas de su caminar por los trillos del arte tanto en nuestro país como en Estados Unidos, Europa y toda Latinoamérica.

Durante estas semanas, que de verdad espero que se multipliquen durante varios meses más, he descubierto en la artista y su trayectoria varios puntos de semejanza que me permiten ver con muchísima ilusión mi propio futuro.  Porque, seamos justos, qué aspirante a artista no quisiera tener en su propio hacer artístico aunque sea un pedacito del maravilloso legado creativo de Teté Marella? Pintando junto a Teté

He descubierto que Teté es autodidacta y no egresada de academia de arte.  Yo que muchas veces me siento ‘corta’ por no ser graduada de Bellas Artes o Chavón, a pesar de haber tenido la inmensa dicha de ser discípula de figuras dominicanas de la categoría de Elías Delgado, Nidia Serra, Willy Pérez, Alberto Bass, Lucas Peña o Fernellys Ferreiras. Yo, también me siento medio auto-didacta pues en los últimos años he ido caminando medio a solas y medio a ciegas, tratando de crear mi propio lenguaje, de cantar con mi propia voz.

He descubierto también que, tal como ella misma lo indica en la entrevista que le hiciera Glenda Galán en el 2014 y previo a su exhibición Retrospectiva de 40 años de trabajo, Teté se descubre a ella misma en su obra, aprende de ella misma y crece.  No sé si es algo que le pasa a todo artista, intuyo que tal vez sí.  Pero el caso es que, eso mismo me pasa a mí.

A lo largo de estas semanas, en nuestras tertulias mientras pintamos, conversamos mucho unas y otras. Estas tertulias tienen lugar en el espacio de Segunda Casa, en Santo Domingo. Cuando hablo sobre la pintura intuitiva y lo que he ido descubriendo en ella y cómo ha incidido en mi proceso, Teté asevera y confirma que, en mucho, su proceso es similar. Digo en mucho, aunque no en todo.  Sin embargo, es para mí de grandísima alegría el interés que despierta en ella el tema y confío que tendremos suficiente tiempo en tertulia para adentrarnos en pura ‘intuición’.

Como persona, de Teté me han agradado muchísimas cosas.  Su amor por la vida, por los detalles.  Su capacidad de sorprenderse y alegrarse inmensamente con lo que aprende de otros, con lo que hacen otros, sin distinción de ‘rango’, preparación o edad.  Me encanta cómo vive esta etapa de la vida en la que disfruta de las amistades, de donar su tiempo a otros.  Me encanta cómo mira a distancia el desarrollo de sus dos hijos en otras latitudes y los disfruta cuál si estuviesen en casa.  Y me encanta cómo disfruta de ella misma.  De ella misma como persona y como artista.

Ya de Teté he aprendido varias cosas relacionadas al oficio, al arte visual a través de la pintura….como su preferencia por el ‘dioxi’ (color de base que tiene un nombre tan difícil de pronunciar que hemos optado por ponerle apodo). Pero creo que lo que más voy a valorar de esta hermosa experiencia, es haber tratado a la persona y haber empezado a encontrar en ella mucho de lo que me falta, aprendiendo así al menos cómo empezar a desarrollarlo.

Gracias Teté!  Eres diviiiina!  …..y chulísima! Que Dios te bendiga y nos sigas regalando mucho arte.

Ginia

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